Cómo llegar

                                    Retos para el año 2024

Vamos avanzando en el nuevo modelo de atención, el camino es largo pero los cambios se están produciendo en los distintos niveles de la organización. Reorganizamos tareas, eliminamos sujeciones, adaptamos infraestructuras, adquirimos equipamiento adecuado y ojalá continuemos profundizando en los cambios. Este momento nos ha hecho repensar nuestro trabajo, cosa que nunca está demás y está dando sus frutos… Uno de los mayores éxitos ha venido desde el punto de vista de la reorganización de tareas ya que hemos creado una zona de vigilancia permanente que nos permite controlar a las personas con mayor riesgo de caída de una manera continua mejorando nuestra calidad asistencial. En este punto quiero agradecer la colaboración y el esfuerzo realizado por el personal de atención directa en la consecución de este objetivo porque sus tareas se han visto modificadas y los cambios nunca son fáciles.

Una clave que nos ha ayudado a realizar este cambio ha sido el estudio exhaustivo de las caídas realizado a lo largo del año 2023. Hemos llevado un registro individualizado y detallado los datos relativos a todas las caídas, apuntando horas, lugares, acciones que estaban llevando a cabo las personas en el momento de la caída, consecuencias… Un incremento del 32,97% de las caídas respecto al año anterior ha sido una motivación extra para llevar a cabo el cambio. Otra acción que considero un éxito, en el apartado de adaptación de infraestructuras, ha sido el cerramiento de dos huecos de escalera con manilla de seguridad numérica, esta obra hace nuestro entorno más seguro. Y en el apartado de equipamiento seguimos adquiriendo equipos específicos para eliminar sujeciones de manera segura. La ejecución de estos programas de continuidad permiten que nos vayamos adentrando en el modelo de atención centrada en la persona con garantías. 

Pero la implantación del modelo no debe quedarse en estas actuaciones que venimos contando hasta ahora aunque desde luego son pasos necesarios y previos. El trabajo debe continuar y el cambio debe ser más profundo y empezar a alcanzar cosas que quizás no sean tan “medibles” como por ejemplo la forma en que nos relacionamos o la realización de las peticiones descubiertas gracias a la información recogida en las historias y proyectos de vida, información verdaderamente importante y reveladora de la identidad de la persona y en donde el apoyo de la familia es una parte esencial… el reto es importante para los próximos años. Desde mi punto de vista avanzar en estos dos aspectos sería el gran sello de calidad de nuestra residencia de ahí que la memoria de este año se titule así “El valor de los pequeños gestos”.  

Todos los profesionales que trabajamos en una residencia tenemos delante de nosotros, en cada turno y cada día, incontables oportunidades para descubrir costumbres, hábitos, preferencias y valores significativos de los residentes. Descubrirlo parece sencillo pero no lo es… detrás de cada “pequeño descubrimiento” hay una intención de pararse, un ejercicio de escucha y una voluntad de reconocimiento hacia la identidad del otro. El problema es que no es fácil salirse del “eficacismo” en el que estamos inmersos o de lo que pensamos que es eficaz, ya que, estos “pequeños descubrimientos” se mueven en el mundo de lo intangible o de lo difícilmente cuantificable y además traicionan la máxima del actual sistema de atención “lo que no está escrito no existe”. No se trata solo de avanzar en el nuevo modelo de atención, es andar por los caminos de la humanización y diferenciar, si se quiere, entre dos sentidos diferentes de la palabra eficacia.

Otro cambio importante que ha ocurrido a finales del año 2023 y que quiero dejar reflejado en esta memoria ha sido la reorganización llevada a cabo en la preparación de los tratamientos farmacológicos de los residentes. Quiero agradecer a Dª. Almudena San Juan Pérez, Licenciada en Farmacia y responsable de la farmacia de Puerto de Béjar el esfuerzo realizado a nivel económico y logístico para que toda la medicación de los residentes fuera sacada del centro, quedándonos unicamente con un botiquín de emergencia. Todo el proceso fue promovido y supervisado por nuestro enfermero D. Alejandro López Travnik y apoyado por nuestro personal de atención directa, siempre atento a los cambios y modificaciones de tratamientos cuando hay altas hospitalarias. 

Desde el punto de vista presupuestario ha sido un año difícil, la actualización de las tarifas con el IPC no cubre, ni se aproxima, a la subida de algunos suministros esenciales para el día a día de la residencia. Hemos aprendido a convivir con el ajuste y se hace normal tener que buscar recursos y “reordenar prioridades” para que la calidad en el servicio residencial no se vea afectada.

No quiero finalizar este apartado sin reconocer el trabajo desinteresado de todos los miembros del Patronato de la Fundación que velan por el buen funcionamiento de la residencia, la excelente labor que realiza el personal de atención directa y todos los profesionales del centro, el apoyo sanitario que nos prestan desde el Consultorio de Puerto de Béjar D. Nicolas y Dª. Carmen y finalmente al Ayuntamiento de Puerto de Béjar por atender nuestras demandas y permitirnos utilizar sus instalaciones cuando se lo solicitamos. Un año más ¡Gracias a todos!.