Retos para el 2022.
Es difícil escribir este punto teniendo tan reciente en la memoria el brote de covid que tuvimos en Enero del año 2022… Pero ahora lo que toca es recordar como ha sido el año 2021 y que retos tenemos que afrontar para este 2022.
La realidad, es que otra vez, conseguimos pasar el año 2021 sin tener ningún caso confirmado de covid entre los residentes.
Nos guste o no, gran parte de lo acontecido en este año, ha vuelto a girar entorno a la pandemia y a los esfuerzos que hemos venido haciendo para que el virus no entrase en nuestro centro y como digo, lo volvimos a conseguir, no sin algún que otro sobresalto.
En este año 2021 nos hemos tenido que adaptar a las circunstancias y la vida de la residencia, en algunos momentos, se ha vuelto a ver afectada de manera considerable. Lo que era el día a día de la residencia, antes de la pandemia, parece un recuerdo lejano… muy lejano.
Los primeros meses del año fueron difíciles, veníamos con toda la “fatiga” del año anterior y el 13 de enero nos pusieron las primera dosis de la vacuna, todos, recibimos este momento con gran alivio ¡habíamos llegado! Por fin, nos habían puesto la primera dosis.
Recuerdo la angustia de las siguientes semanas, teníamos que llegar a la siguiente dosis sin contagios… el centro cerrado a visitas de familiares, cribados semanales a todos los trabajadores, todo podía irse al traste si antes de la segunda dosis había algún contagio. Gracias a Dios no pasó nada y el 3 de febrero nos pusieron la segunda dosis. Después del periodo preventivo se volvió a abrir el centro a visitantes y hubo un tiempo de relativa calma donde pudimos recuperar la tan ansiada normalidad.
Por desgracia el verano, a parte del calor, también nos trajo otra ituación complicada. El nivel de contagios se disparó en Puerto de Béjar y como es lógico nos afectó de manera directa. Nos vimos obligados a volver una situación de especial prevención, donde las visitas se tuvieron que volver a suspender y sufrimos algún contagio entre trabajadores pero que afortunadamente no pasó a residentes. Otra “ola” de contagios que esquivamos…
A finales de septiembre nos pusieron la tercera dosis que nos trajo otro periodo de normalidad, periodo que duró hasta la siguiente fecha señalada… las Navidades. Tuvimos que volver a cerrar el centro el 27 de diciembre, otra vez volvía el riesgo, familiares que daban positivo al día siguiente de visitar, trabajadores otra vez que daban positivos… y así llegamos al final de este año 2021, de sobresalto en sobresalto pero sin que el virus afectara a residentes.
A pesar de esta realidad que nos ha acompañado durante todo el año se ha continuado con la vida del centro lo mejor que se ha podido, celebrando las navidades y recibiendo algunas visitas que rompían las rutinas diarias como las visitas de nuestros amigos de la Agrupación Musical Concuerdas de Béjar y la representación de micro teatro promovida por la Excma. Diputación de Salamanca.
Como reto para este año 2022 debemos continuar con las medidas preventivas para intentar que el virus no entre en nuestra residencia, es complicado pero seguiremos con esta batalla sin bajar los brazos, que no quepa la menor duda.
Las residencias hemos sufrido un fuerte impacto en nuestra imagen debido a informaciones que en muchos casos no han sido del todo ciertas, nos hemos visto en “el punto de mira” de los medios de comunicación y de la Administración.
La realidad es ,que en infinidad de centros, se ha hecho un trabajo muy bueno con los escasos medios que se tenían. Intentar cambiar la percepción negativa que se ha generado en la sociedad hacia las residencias es un reto importante.
Nosotros a nivel local lo intentaremos. Para ello es importante actuar en dos escenarios, por un lado, el de los servicios que prestamos a las personas de nuestro entorno más cercano, consolidar y si es posible ampliar servicios es clave.
Y el segundo escenario sobre el que actuar son las personas que viven en nuestra residencia, meternos de lleno en las historias y proyectos de vida es esencial para el bienestar de las personas que viven con nosotros.
Ingresar en una residencia es uno de los momentos más estresantes en la vida de una persona, acompañar en este momento y poder dar la perspectiva de que vivir en nuestra residencia es un punto y seguido y no un punto y final es de vital importancia. Nos importan las personas y que estén bien con nosotros, así de simple.
Dar un poco de sentido a esta etapa de la vida es otro reto inmenso y para ello debemos preguntar a las personas sobre cómo quieren vivir a partir de ahora y cómo desearían morir llegado el caso, no es fácil hablar de esto, pero estamos en la obligación de preguntar. El modelo de atención sobre el que trabajamos se llama de “atención centrada en la persona”, pues vamos a hacerlo realidad, plantear estas cuestiones y realizar documentos “útiles” y “vivos” para las personas.
Para finalizar quiero dar las gracias por anticipado, porque si conseguimos caminar en esta dirección deberá ser cosa de todos los que, de una forma u otra, forman parte de la vida del centro en estos años tan difíciles.
Quiero dar las gracias a los miembros que forman el Patronato, os aseguro que han estado en vilo muchas veces ante las situaciones complicadas que hemos vivido y su presencia es una garantía para todos.
Como no agradecer a los residentes su paciencia infinita con esta situación que les ha tocado vivir, es de agradecer esa paciencia.
Igualmente gracias a los familiares que con comprensión se adaptan a nuestras recomendaciones.
También gracias a D. Nicolás y Dª Carmen, médico y enfermera del consultorio de atención primaria, siempre dispuestos a echarnos una mano y a que la atención sanitaria sea continua en nuestro centro.
Y que decir de los trabajadores, gran parte del éxito de que no haya entrado el virus en la residencia es por su celo, esfuerzo y sacrificio. Todos, personal de atención directa, enfermería, terapia ocupacional, fisioterapia, cocina, limpieza y dirección, hemos remado con un solo objetivo y eso se nota y da sus frutos. ¡Gracias a todos!
El director. José Sánchez Martín.